Editar
Compartir esta nota
Fotos: Prensa Belgrano
La desvinculación de Franco Jara abre un interrogante: ¿cómo reconfigurar la delantera sin un 9 que, más allá de su irregular 2025, monopolizaba titularidades? El plantel pirata posee opciones primarias con distintos matices que el cuerpo técnico deberá evaluar.
Alternativa Uvita
Una de las opciones es Nicolás Fernández, aunque no se trate de un centrodelantero natural. Su perfil es el de segundo punta, con una altísima y probada capacidad de definición, más apto para acompañar a un 9 que para chocar con centrales o disputar pelotas aéreas derivadas del juego directo.
En caso de que Ricardo Zielinski decida alinearlo como único delantero, el equipo precisará de un funcionamiento ofensivo aceitado capaz de abastecerlo con asociaciones, sin pedirle un rol que no le es propio. Ese aspecto será clave, sobre todo considerando que su bajo rendimiento en la segunda etapa de 2025 estuvo condicionado por decisiones tácticas: en ocasiones llegó a jugar como falso extremo, una posición que lo alejó del área y redujo su influencia.
La opción Passerini
Otra alternativa es Lucas Passerini, un 9 de área mucho más posicional que Jara. Desde su llegada a Belgrano y hasta su lesión de ligamentos cruzados en 2024, el Tanque mostró gran poderío con goles, ganando duelos, ofreciendo apoyos, pivoteando y sosteniendo ataques de espaldas para conectar con el resto de futbolistas ofensivos.
En 2025 alternó buenas y malas -lo esperable en un futbolista que viene de padecer una grave lesión-, pero dejó en claro que su perfil de referencia puede ser una solución. A un año del alta médica, el 9 se ve en la obligación de encontrar su mejor forma futbolística para ganarse la titularidad en la próxima temporada y volver a ser indiscutido.
¿Y si juegan los dos?
Una tercera opción es alinear a Fernández y Passerini juntos en zona de definición, con Lucas Zelarayán por detrás como enganche. Esa fórmula podría potenciar virtudes en la delantera: el Tanque fijando y descargando, más Uvita atacando espacios, junto al Chino al mando de la creación. Sin embargo, esa vía supone un riesgo evidente: la estructura defensiva necesitaría un rendimiento muy alto -a nivel colectivo e individual- de mediocampistas y defensores para no descompensarse a la hora de contener a los rivales.
Si bien la salida de Jara deja un vacío futbolístico, lo cierto es que también se abren nuevas chances para delanteros de sobradas condiciones como Passerini y Fernández, quienes -de continuar en Belgrano- deberán demostrar que pueden ser titulares indiscutidos, por encima de las opciones que provienen del semillero de Villa Esquiú.
Compartir esta nota
