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Muchas veces se suele vincular a los equipos sólidos defensivamente con aquellos elencos que, al pasar a la fase de ataque organizado, emplean pelotazos o envíos largos.
Sin embargo, existen ejemplos como el Belgrano de Guillermo Farré, que siendo fuerte para contener a sus rivales, muchas veces intenta construir juego asociándose con pelota al piso, demostrando que ambas formas no se excluyen entre sí.
Por la vía del juego asociado, el Pirata anotó el gol que le permitió vencer a Central Córdoba en la última fecha: ante un adversario que decidió replegarse en su campo sin presionar alto, la B tuvo margen para apelar al juego asociado desde la conducción y ruptura de líneas de Erik Godoy, la potencia de Pablo Vegetti, la posición centralizada de Gabriel Compagnucci y la amplitud de Fabián Bordagaray.
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